viernes, 15 de abril de 2011

Playas y misiones


Ayer, después de muchas deliberaciones, alquilamos un coche en San Francisco International Airport. Lo habíamos reservado el día antes por internet, pero, como suele ser habitual, al llegar al mostrador nuestro gestor de alquiler Zazi nos ofreció grandes maravillas por pocos dólares más y acabamos contratando un seguro de asistencia 24 hours (si se nos queda la llave dentro del coche, vienen a rescatarnos, y si nos levantamos un día y nos encontramos con una dead battery, también) y un coche más grande de lo que habíamos pedido, pero supongo que ganamos en seguridad. Es un Kia Optima de los que se gastan aquí, bien grandote, y, por supuesto, automático. Nos costó un poco adaptarnos a eso de que no tuviera marchas. Tras unas vueltas por el aparcamiento del aeropuerto y unos cuantos frenazos incomprensibles, descubrimos el misterio del automático: no hay que pensar, no se cala, sólo hay que acelerar y frenar, y olvidarse del embrague. Pero sí hay que ponerle gasolina, o you must pump, como se dice aquí. De la barata, of course.

Con estos conocimientos adquiridos de forma autodidacta, cogimos la Highway 1 o Cabrillo Highway hacia Monterey y Carmel, carretera playera y frondosa al mismo tiempo, con velocidad máxima de 45 millas por hora. Por no abusar el primer día, reservamos una habitación en Carmel, que está a unos 200 km. de San Francisco, lugar que yo esperaba playero, pero del estilo Benidorm. Qué equivocada estaba!! Resultó ser un pueblo costero de casitas de categoría, con un ambiente francamente pijo. Baste decir que no había ni un solo chiringuito, ni una tienda de flotadores y demás trastos playeros. Cuando bajamos paseando hasta la playa era la hora del atardecer y el momento era de reportaje de boda.

Esa tarde, antes de Carmel, paramos en la Misión de San Juan Bautista. Resulta que a California, en el siglo XVIII, vino de España un tal Junípero Serra a evangelizar a los indios y fundó una serie de Misiones, un mix iglesia-convento-escuela que forman una línea llamada El Camino Real. Si se baja la carretera 101, unas campanitas a lo largo del camino van señalando esa línea. En fin, la de San Juan Bautista estaba cerrada cuando llegamos, pero ayer entramos en otra, la de San Miguel, donde, según indicaba una placa, estaba enterrado el primer indio cristiano. Había también en el jardín una prensa de aceite y otra placa que explicaba cómo se hacía el aceite. A su alrededor, varios olivos dejaban caer su fruto al suelo sin que nadie lo recogiera. Me parece que, cuando Fray Junípero llegó y fundó ahí la Misión, se empeñó en lo de la prensa de aceite y, mientras vivió, los indios le hicieron caso y fabricaron el aceite, que añadirían a sus ensaladas locales, pero que cuando murió el fray, exclamarían "¡qué alivio! ya nos hemos librado del aceite ése" y dejaron la prensa como curiosidad para enseñar a los turistas.

Paramos en San Luis Obispo a comer, dejamos el coche aparcado, echamos dinero en el parkimetro, pero como autenticos pardillos de viaje tenia que haber algún motivo por el que nos pusieran una multa. Éste fue el dejarlo aparcado en sentido contrario. Temerosos de que las autoridades colgaran la foto de nuestro coche el las oficinas del Sheriff de todo el estado, fuimos a la Traffic Office a dejar nuestro nombre en buen lugar y pagar los 33$ de multa. Debíamos de ser los únicos turistas que aparecian por allí en años y ellos, buenos anfitriones, dijeron que se hacían cargo de la multa. Nosotros evidentemente aceptamos la oferta.

Anoche dormimos en Bakersfield, en un motel de los de las películas, con el coche aparcado en la puerta y camioneros fumando en las ventanas. Aquí los camiones no son del estilo aerodinámico que se ven en la ruta Esparragal-Elche, sino de esos que dan miedo cuando se acercan al coche por detrás, como el de El diablo sobre ruedas. Hoy partimos hacia Barstow y el desierto de Mojave, llenaremos el tanque hasta arriba por si las moscas.

6 comentarios:

  1. http://www.youtube.com/watch?v=77BxKcEvH6I
    Grandes!!! Espero que lo estéis pasando bien, me encanta leer noticias vuestras y que nos informéis tan bien de vuestras historias por el Nuevo Continente. Besitos!!

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  2. Ignoro si las multas de tráfico serán, en ese país, delito federal. En caso de que no, basta cambiar de estado para que no os persiga el Sheriff. De todas formas, si las seguís acumulando a vuestro paso podréis decir la bravata de la vieja película:
    - ¿En cuantos estados te persiguen?
    - ¿Cuantos estados hay?

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  3. Me ha hecho gracia el comentario de papá sobre los delitos federales, tan ocurrente como siempre.Besos, muchísimos besos para la parejita de recién casados

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  4. Después de la multa en California, hoy, en el estado de Arizona, nos ha perseguido un coche de la policía y nos ha dado las luces para que paráramos en el arcén. El policeman o sheriff nos dijo que en su radar se veía bien claramente que íbamos a 80 millas por hora y que la velocidad máxima en ese tramo era de 65. El conductor se hizo el despistado y el guiri al mismo tiempo y, de nuevo, nos perdonaron la vida y no nos multaron. Ya van dos estados. En el tercero no nos libramos de la penalty.

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  5. Esta parejita está jugando mucho a guardias y ladrones. Me estáis asustando a la Mabel y eso si que no os lo perdono.
    Bueno, a seguir por esas tierras y a portarse bien.
    Munchos besos.
    Susana

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  6. Si es que con esa cara de buenos ¿quién no os va a perdonar las multas?
    Pakkorro

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